domingo, 5 de junio de 2011

La tuberculosis se ve!

Un testigo del juicio
EGIN, 7 de febrero de 1989

Pobre juez, después de nueve días sales con ésto. Has superado ampliamente la ideología del Plan ZEN, constituyendo tu sentencia una auténtica apología de la negligencia médica.
“Ni existen pruebas, ni existirán”, “La tuberculosis se ve, pero no se oye”,… son frases que pertenecen al mismo contexto.
Has pasado a engrosar la lista de guardias civiles y policías que disparan a quemarropa y son condecorados. Como Nuria de Castro, que de Herrera de la Mancha fue destinada a Alcalá-Meco, tú también ya estás más cerca de Madrid.
Tú no has mentido como los catedráticos de la defensa, que afirmaron que Joseba Asensio no padecía de ningún proceso respiratorio previo, que consideraron no patológico la existencia del pulmón izquierdo reducido a más de la mitad de su tamaño normal, según corrobora el informe de la autopsia.
Tú has hecho peor, has rematado a Joseba y pretendes hacer lo mismo con el resto de presos de Herrera, al afirmar que cada uno de ellos se encuentra veinte veces mejor atendido que cualquier ciudadano de la calle.
Cuando encontraron a Joseba en su celda y llamaron urgentemente al médico, éste tardó 95 minutos en llegar a la prisión, como consta en el sumario. Y no fue Nuria de Castro la que se presentó, no estaba, sino el médico de régimen abierto, al que tuvo que ir a buscar a su casa la Guardia Civil, como también consta en el sumario. Y en tu veredicto, a ésto no le llamas negligencia sino diligencia.
Pero sabes, con seguridad, que la tuberculosis de Asensio “se veía y se oía”. ¿Cuántos jóvenes fallecen en un medio rural, ene l que el médico también dispone “únicamente” de un fonendoscopio? ¿Qué es lo primero que haría ese médico si acudiese a su consulta una persona de 27 años con antecedentes de una pleuritis y tratado seis años antes, con procesos gripales de repetición acompañados de tos y expectoración abundante, y que cada día se encuentra más cansado? ¿Le enviaría al centro hospitalario más próximo para hacerle un estudio clínico o no? Nuria de Castro no hizo nada de eso, por ello Joseba murió, y tú lo sentencias como atención médica privilegiada.
Podrías hacer una prueba, juez. Podrías acudir a la consulta de esa funcionaria, de Nuria, relatarle los mismos síntomas que refería Joseba, y verías cómo le faltaba tiempo para enviarte a hacer unas radiografías.
Decía Lord Byron que en la sociedad sólo hay un status social más bajo que el de prisionero: el del carcelero.
Desde ahora, tú también te encuentras ahí.

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